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miércoles, 10 de septiembre de 2014

Mi cuerpo... espejo de mis emociones.

Desde que nacemos y vamos atravesando cada momento de nuestras vidas, nuestro cuerpo  se define como esa maquinaria armónica y perfecta, pieza sobresaliente de la Ingeniería de Dios, Es difícil reconocerlo y mucho más recordarlo cuando atravesamos diariamente un sin fin de emociones. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, nuestra vida es una elección constante... a veces conciente y otras veces no. Desde decidir de qué lado de la cama voy a levantarme, qué ropa elegiré para vestir, que tarea realizaré primero en el trabajo, a quién llamar, hacia donde viajaré,a quién perdonaré y a quién no. Deciciones que se acumulan en un enorme almacén y que construyen nuestras percepciones y juicios de valor... decisiones que forman emociones tanto positivas como negativas. Emociones que se transforman en elíxires de salud si son positivas o en el mismísimo veneno si son negativas...las emociones negativas generan bloqueos en nuestra hermosa maquinaria corporal y atraen lo que comunmente llamamos enfermedad. A eso sumemosle la herencia genética que corre por nuestras venas y por todo nuestro cuerpo, que no siempre nos jugará a favor. Por ende MI CUERPO es el fiel reflejo de mis EMOCIONES. Si hay Salud hay equilibrio, he logrado ser el alquimista perfecto entre mis emociones, mi cuerpo y el ambiente en el que vivo. He podido parar y escuchar el lenguaje de mi cuerpo, lo que él necesita, he podido sumar mis emociones positivas y he podido liberar mis emociones negativas. Pero si permanentemente existen manifestaciones de enfermedad en mí... si emociones como la envidia, la tristeza,  el estancamiento y el miedo se convierten en mis compañeros cotidianos, todavía no encontré la forma de MEDIR las cantidades correctas de cada componente... tengo que seguir probando...hasta convertirme en el alquimista perfecto. Pero..¿Cómo se consigue?. Luego de muchos años de búsqueda interior para encontrar el equilibrio y poder evolucionar desarrollé una técnica a la que llamo  REO ante las emociones negativas.¿De qué se trata esto?,  bueno como en lo sencillo se encripta lo divino, son 3 acciones que nos ayudarán a transformar nuestras emociones negativas, a saber:
1- Respirar: Inhalar, exhalar, tomar conciencia del acto más simple y que nos conecta con nuestra capacidad para vivir.
2-Escuchar: Lo que mi cuerpo dice, lo que mi alma dice, qué emoción me molesta, me duele, me incomoda y no me permite seguir adelante.
3-Obrar: Hacer,perdonar, corregir, agradecer, transformar, tomar esa emoción negativa sin miedo y buscar la forma a través de la acción de cambiar su signo negativo a positivo.

De esa forma lograremos una maravillosa conexión con nuestro cuerpo, nuestra alma y los sentimientos que resguarda ,veremos como la salud es recobrada y honraremos así a nuestra esencia, a lo que somos.

De Stella Maris para los seguidores de DIVINA STELLAR

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